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 A veces, nos enfocamos tanto en nuestros defectos que olvidamos las cualidades que Dios nos ha dado. Y cuando pensamos que las cosas ya son insostenibles a veces optamos por la salida más fácil, la de auto-excluirnos o, en todo caso, la de hacer a un lado a esas personas que nos exasperan. Esto me recuerda una historia que transcurría en una carpintería. Cuentan que hubo una extraña asamblea, las herramientas se habían reunido para arreglar sus diferencias.

El martillo ejerció la presidencia, pero inmediatamente la asamblea le notificó que debía renunciar porque hacía demasiado ruido y todo el tiempo se la pasaba golpeando.

El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.

Al sentirse atacado, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.

Y la lija dijo, estoy de acuerdo, pero con la condición de que también expulsen al metro que siempre se la pasa midiendo a los demás según sus propios parámetros, como si fuera el único perfecto. a

En ese momento entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo y finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un lindo y valioso juego de ajedrez.

Al marcharse el carpintero, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo:

Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero aún con ellos, el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de los buenos.

La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.

Entonces y por primera vez, se sintieron un equipo capaz de trabajar juntos, orgullosos de sus fortalezas para producir y hacer cosas de calidad.

Dios, al igual que el carpintero, usa nuestras cualidades y nuestros talentos para seguir haciendo su obra, para cumplir el propósito que tiene con nuestras vidas. Él sabe de nuestros defectos pero mientras nos va transformando día a día, trabaja con lo mejor que tenemos.

Que cada uno de nosotros pueda aportar lo mejor que tenemos para cumplir el propósito que Dios tiene con nuestras vidas.

Así como nuestro cuerpo tiene muchas partes y cada parte tiene una función específica, el cuerpo de Cristo también. Nosotros somos las diversas partes de un solo cuerpo y nos pertenecemos unos a otros. Dios, en su gracia, nos ha dado dones diferentes para hacer bien determinadas cosas… Romanos 12: 4-6 (NTV)

NO ME DEJES CAER:

 

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Mateo 6:13El contar con el perdón de Dios no debe hacernos intolerantes al pecado, sino conscientes de la gracia de Dios y temer el deshonrarlo. Es por eso que Jesús nos enseña a pedir protección para no ser vencidos por la tentación.Surgen tentaciones no sólo cuando se presentan problemas de enfermedad, pobreza, engaño, sino también cuando la vida nos sonríe. El enemigo aprovecha nuestra debilidad y nos coloca en el dilema de hacer nuestra voluntad o confiar en Dios para obedecerlo cueste lo que cueste.

Cada uno de nosotros nos sentimos frágiles cuando se presenta una difícil situación y es por eso que debemos pedir humildemente a Dios que nos guarde de la tentación y nos de la fortaleza para resistirla y decir No.

Dios permite las dificultades para fortalecer nuestra fe y siempre nos dará la salida, sólo depende de nosotros reconocerla y tomarla. Una vez más recordemos que la salida está a nuestro alcance por la victoria de Jesús sobre el mal, el tentador y el mundo. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 1 Corintios 10:12-13


¿PORQUE TE AFANAS?



En su viaje hacia Jerusalén, Jesús y sus discípulos pasaron por un pueblo. Allí, una mujer llamada Marta recibió a Jesús en su casa. En la casa también estaba María, que era hermana de Marta. María se sentó junto a Jesús para escuchar atentamente lo que él decía. Marta, en cambio, estaba ocupada en preparar la comida y en los quehaceres de la casa. Por eso, se acercó a Jesús y le dijo: —Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola, haciendo todo el trabajo de la casa? Dile que me ayude. Pero Jesús le contestó: —Marta, Marta, ¿por qué te preocupas por tantas cosas? Hay algo más importante. María lo ha elegido, y nadie se lo va a quitar. Muchas veces nos encontramos igual que Marta, preocupados por tratar de resolver nuestros problemas, cuando lo primero que deberíamos hacer, es tener un tiempo a solas con Dios, en el cual podamos escuchar su voz y ser guiados por su Santo Espíritu, pero esto solo lo lograremos cuando dejemos de lado todos nuestros afanes y nos dispongamos a meditar en su Palabra, a través de cual siempre encontraremos la guía oportuna para solucionarlos.

Que nuestra primera actividad del día, sea encomendar nuestra vida y el de nuestras familias en sus manos, como todo lo que tengamos que realizar, para que sea dirigido por Él y de acuerdo a su voluntad.

Como dice la canción de Daniel Calveti, qué bueno que tenemos un día más para adorarle, para agradecerle, para entregarnos sin reservas y no quejarnos, porque reconocemos que si no fuera por su amor y misericordia, no hubiéramos tenido el privilegio de estar vivos el día de hoy. Recuerda…Dios no es un Dios lejano, sino un Padre cariñoso que perdona y acoge a todo el que le busca. Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mateo 11:28

!NO TE DETENGAS!



En su viaje hacia Jerusalén, Jesús y sus discípulos pasaron por un pueblo. Allí, una mujer llamada Marta recibió a Jesús en su casa. En la casa también estaba María, que era hermana de Marta. María se sentó junto a Jesús para escuchar atentamente lo que él decía. Marta, en cambio, estaba ocupada en preparar la comida y en los quehaceres de la casa. Por eso, se acercó a Jesús y le dijo: —Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola, haciendo todo el trabajo de la casa? Dile que me ayude. Pero Jesús le contestó: —Marta, Marta, ¿por qué te preocupas por tantas cosas? Hay algo más importante. María lo ha elegido, y nadie se lo va a quitar. Muchas veces nos encontramos igual que Marta, preocupados por tratar de resolver nuestros problemas, cuando lo primero que deberíamos hacer, es tener un tiempo a solas con Dios, en el cual podamos escuchar su voz y ser guiados por su Santo Espíritu, pero esto solo lo lograremos cuando dejemos de lado todos nuestros afanes y nos dispongamos a meditar en su Palabra, a través de cual siempre encontraremos la guía oportuna para solucionarlos.

Que nuestra primera actividad del día, sea encomendar nuestra vida y el de nuestras familias en sus manos, como todo lo que tengamos que realizar, para que sea dirigido por Él y de acuerdo a su voluntad.

Como dice la canción de Daniel Calveti, qué bueno que tenemos un día más para adorarle, para agradecerle, para entregarnos sin reservas y no quejarnos, porque reconocemos que si no fuera por su amor y misericordia, no hubiéramos tenido el privilegio de estar vivos el día de hoy. Recuerda…Dios no es un Dios lejano, sino un Padre cariñoso que perdona y acoge a todo el que le busca. Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mateo 11:28

EN MEDIO DE LAS PRUEBAS...



Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. Exodo 16:4 Todos sabemos que en las situaciones difíciles es cuando mostramos quienes somos realmente, En condiciones adversas demostramos nuestro verdadero carácter. En estos momentos es cuando revelamos si somos personas pacientes, temperamentales, tranquilas, impulsivos, etc. Espiritualmente funciona igual, al encontrarnos en medio de pruebas, manifestamos si realmente tenemos la fe que predicamos y es también cuando le demostramos a Dios y a quienes nos rodean que aquello en lo que hemos creído es más que una teoría, sino un estilo de vida. En este caso Dios había liberado a Israel de la esclavitud, y justo en el momento en que estaban más felices se encuentran con una situación muy complicada; no hay alimento en el desierto y temen morir de hambre. Dios le dice a Moisés que va a darles pan del cielo pero no lo va a dar en abundancia, sino que va a ser una porción diaria que ellos recogerán. Dios tenía un propósito en medio de esta situación, Dios quería probar los corazones, Dios deseaba saber si en medio de esta situación adversa ellos también iban a confiar en su señor, sobre todo Dios quería ver su obediencia en medio de la dificultad. Muchos del pueblo de Israel pasaron esta prueba pero lamentablemente también fueron muchos los que no salieron victoriosos.

Nosotros vivimos exactamente la misma realidad, Dios nos bendice, nos cuida aun en el desierto mas grande, pero cuando, menos lo esperamos viene una prueba o apuro, quizá nos enfrentamos a la pérdida de un empleo, nos recortan el salario, padecemos una enfermedad, una separación o simplemente una situación que nos hace preguntarnos ¿y ahora que vamos a hacer? Pero Dios nos dice; no te preocupes, Yo te voy a sostener, con mi diestra te sustentaré, pero lo voy a ser a mi forma no como tú piensas y eso me va a permitir ver tu corazón, voy a ver si en realidad has creído en mi, si confías en mi y si me crees capaz de darte todo lo que necesitas, Voy ver tu fidelidad y obediencia aun en la dificultad, voy a ver si puedes estar feliz y gozoso en medio de la enfermedad, puedes estar seguro que no te va a faltar nada, pero deseo ver tu corazón.

Si hoy estas pasando por una prueba, puedes saber con seguridad que Dios no se ha olvidado de tu necesidad, además puedes saber con certeza que estas ante la mejor oportunidad para que le demuestres a Dios que le amas a Él y no sólo lo que Él te da, es el mejor momento para aprender a obedecer y ser fiel aun en los momentos difíciles. Dios tiene todo el poder para darte ese trabajo que necesitas, Dios tiene toda la autoridad para sanar esa enfermedad, Dios puede abrir camino en el desierto o enviar pan del cielo, pero ¿puedes tu ser fiel y obediente en medio de la prueba? es tu decisión!

Examíname, Señor; ¡ponme a prueba! purifica mis entrañas y mi corazón. Salmos 26:2

TRIUNFADOR



Si hiciéramos una encuesta para saber lo que es un Triunfador habrían tantas respuestas como encuestados. Pero muchos coincidirían en que para ser un triunfador hay que ser una persona de éxito, que deberían tener todo aquello con lo que sueñan, ser perfectos, sin cometer equivocaciones, siempre seguros de lo que quieren y hacia dónde van, ser amados por todos y, hasta en algunos casos, admirados y por qué no, hasta podrían ser estrellas de cine o millonarios. Tener todas sus metas alcanzadas, con una vida llena de sonrisas y de momentos de alegría desbordante, entre otras muchas cosas. Lamentablemente no es así. Todos nos equivocamos, dudamos, sufrimos, tenemos problemas y hasta a veces hemos extraviado la brújula de nuestra vida. Todos, inclusive aquellos que parecen tenerlo todo. La buena noticia es que un triunfador no es necesariamente quien cumpla todos sus sueños o quien nunca tiene problemas. Los verdaderos triunfadores son aquellas que se equivocan pero saben rectificar sus errores, tienen problemas pero saben que Dios es más grande que ellos y que los librará de cualquier cosa. Son aquellos que caen pero se levantan de la mano de Dios, se equivocan pero vuelven a intentarlo con la mirada puesta en la Cruz. No tienen todas las respuestas pero conocen de forma personal a aquel que todo lo sabe, y pueden permanecer en paz a pesar de las tormentas. Una vida perfecta no está basada en las circunstancias que vivimos, sino en las lecciones que sacamos de cada experiencia, de que cada problema que nos va formando para ser quienes Dios quiere que seamos. Se trata, sobre todo, de en quién creemos, en quien confiamos y toda persona que sepa esto, puede considerarse un verdadero vencedor. ¿Tienes problemas pero sigues en la brecha? ¿Has caído y te has vuelto a levantar? ¿Fallaste pero volviste a intentarlo? Pues bien, entonces, eres un triunfador.

Existen tantos triunfadores que no se dan cuenta de cuántas victorias han alcanzado y viven sintiéndose derrotados.

Deja de sentir que eres un fracasado, que te han derrotado o que tu vida no sirve para nada. Recuerda lo que Dios te dice:

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Isaías 41:10

No abandones, no desistas, Dios está contigo y en Él eres más que vencedor! Levántate y vive como un verdadero triunfador.

DIOS YA CONOCE TUS GRIETAS!!!

Hay una historia antigua, tal vez muy conocida por muchos, que cuenta que Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua. Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación. Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole: Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir. El aguador apesadumbrado, le dijo compasivamente: Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino. Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo del trayecto, pero de todos modos se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar. El aguador le dijo: ¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise obtener ventaja de ello, sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde tú vas y todos los días tú las has regado. Por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar la casa de mi patrón. Sin ser exactamente como eres, él no hubiera tenido esa belleza sobre su mesa. Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas y muchas veces pensamos que Dios no puede usarnos, que hay personas más capacitadas que podrían hacer mejores cosas que nosotros pero en 1ª Corintios 1: 27, 28 encontramos un gran tesoro: 27sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es Dios puede hacer grandes cosas en tu vida, no mires tus defectos y problemas como algo que te descalifica, sino como oportunidades para que Dios obre en tu vida y haga su obra. Con grietas y todo Dios te ha incluido en sus grandes planes. Confía en Él!

TU GUARDADOR


Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre. Salmo 121:7-8 Cuenta la leyenda de los indios cherokee que todo padre lleava al bosque a su hijo con los ojos vendados y lo deja solo, al cumplir la mayoría de edad. El joven tiene la obligación de sentarse en un tronco toda la noche y no quitarse la venda hasta que los rayos del sol brillen hasta la mañana siguiente. El joven naturalmente está aterrorizado, puede oír toda clase de ruidos, sentir que bestias salvajes rondan a su alrededor e incluso pensar que algún humano puede hacerle daño. Escucha el viento soplar y la hierba crujir, pero se mantiene sentado estoicamente en el tronco, sin quitarse la venda. No puede pedir auxilio a nadie y si sobrevive a la noche, se considera que ya es un hombre. Él no puede contar a los otros muchachos de su tribu acerca de esta experiencia, debido a que cada joven debe enfrentar una prueba similar. Por último, después de una noche horrible, el sol aparece y al quitarse la venda descubre a su padre sentado junto a él, quién veló toda la noche para protegerlo de cualquier peligro. Esa actitud es la misma que Dios tiene con cada uno de sus hijos, porque en ningún momento nos deja solos ni aparta su mirada de nosotros. Sus oídos siempre están atentos a nuestro clamor, y aunque muchas veces su respuesta no es como la que esperábamos, siempre es la mejor. Hoy, aparta unos minutos para meditar en las grandes obras y milagros que Dios hizo en tu vida. ¿Acaso Dios no te libró otras veces? Si lo hizo antes, ¿por qué no lo hará ahora también? Entonces, con el corazón lleno de confianza, repite: Oh, Señor, ninguno hay como tú entre los dioses; ni obras que igualen tus obras Salmos 86:8

SU PERDON



La Biblia está llena de historias impresionantes de amor, guerras, alimento que llueve del cielo, el sol se detiene, multitudes alimentadas con cinco panes y dos peces, ciegos que vuelven a ver, muertos que resucitan y muchas más. Hay relatos de perseverancia, de amor, de compasión de rectitud, de coraje, de fe, de arrepentimiento, de perdón y salvación. Todas las historias nos enseñan algo pero hoy vamos a recordar a aquellos hombres y mujeres que fallaron, se equivocaron, desobedecieron, pecaron, o hasta se rindieron. Gente que, aun habiendo andado con el Maestro, no hizo lo que debía.

Todas estas historias son perfectamente aplicables a nuestras vidas, en un momento u otro, unas más que otras posiblemente, pero todas tiene algo para cada uno de nosotros. Tal vez te has identificado con Jonás tratando de huir del llamado de Dios o Sansón permitiendo que tus fuerzas se vayan al involucrarte con cosas del mundo o quizás la parábola del Hijo pródigo sea la que más se aplique a tu vida y quién sabe, hasta podrías haber sido como Judas ó Pedro en algunas oportunidades. Sin duda alguna hay muchos relatos y personajes en los que nos vemos reflejados.

Pero sin importar con quién te identificas o cuál es tu historia, lo más importante es el fin que le des a tu historia. Muchos de los hombres y mujeres que fallaron se arrepintieron, pidieron perdón y retomaron el rumbo de sus vidas y cambiaron la historia de la humanidad. No están en la Biblia por casualidad, sino para enseñarnos que Dios tiene un plan con nuestras vidas y que sin importar qué hicimos Él quiere perdonarnos.

¿Te equivocaste? ¿Fallaste? Bueno, no esperes más para pedirle perdón a Dios y cumplir el propósito que Él tiene para tu vida.

Recuerda que Dios siempre está presto a perdonarnos y a darnos una nueva oportunidad. Si no fuera así, hace mucho que la humanidad habría desaparecido, el pecado habría terminado con nosotros. Si a Dios le interesara castigarnos y darnos la espalda, ¿qué sentido tendría la muerte de Jesús en la cruz? Él decidió dar su vida por nosotros aún sabiendo de nuestras imperfecciones y de nuestros errores. ¿Qué otra prueba de su inmenso amor?

Señor, Señor, si tuvieras en cuenta la maldad, ¿quién podría mantenerse en pie? Pero en ti encontramos perdón, para que te honremos. Salmos 130:3-4

LA INSTRUCCION DE DIOS:


Pocas personas han pasado tan súbitamente de la prosperidad a la pobreza absoluta, como Job, quien en un día perdió toda su familia y su fortuna. Quizás Job, en su desesperación, habría podido culpar el rayo que destruyó sus ovejas y el viento que barrió su casa, donde también estaban reunidos sus hijos o tal vez hasta habría podido maldecir a los saqueadores que destrozaron sus rebaños, pero si hubiese decidido culpar a otros o aún al mismo Dios, ¿Qué consuelo hubiese recibido? En lugar de ello Job, quien conoció a Dios, logró entender inmediatamente su intervención. Job sabía que su prosperidad no era el resultado de sus esfuerzos o circunstancias favorables, sino que estaba seguro que era una bendición dada por Dios. Asimismo aceptó que Dios en su soberanía y perfecta voluntad, podía volvier a tomar todo lo que le había dado. La mujer de Job, estaba desesperada por las desdichas que caían sobre ellos, pero él le dijo ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? Job 2:10.Job en todo momento bendijo el nombre del Señor, aún a pesar de las graves circunstancias que habían caído sobre él y su familia. Comprendemos fácilmente la mano de Dios cuando nuestras condiciones de vida son favorables, pero nos cuesta mucho hacerlo cuando las circunstancias son adversas. Sepamos reconocer la intervención divina en toda prueba, cualquiera sea su naturaleza, como Job, aceptémosla de parte de Dios, quien en su bondad quiere instruirnos y bendecirnos al final con lo mejor.

Desnudo Salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio y Jehová quitó, sea el nombre de Jehová bendito. Job 1:21

No te agarres de las bendiciones celosamente, sino de quien te las otorga. Y si estás en medio de una prueba o circunstancias como las de Job, muestra tu fe y Dios mostrará su misericordia y poder.

He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.

Santiago 5:11.


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